Invitación.
Ven,
aún el deseo conjura los miedos
y hay dioses en la madrugada.
Besame hasta encontrarnos.
Yo quiero saberte en mi
presagiando melodias.
Deja que quite tu ropa
y mis dedos ausculten
la urgencia de la sangre.
Desnudame...
que aún lleva mi piel
el sabor de tu boca
y mis senos son avecillas mansas
entre tus manos
Ven...
para sernos nuestros
en este tiempo sin promesas,
y respirarnos
¡tocándonos.!
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