Macho
Mira como tiemblo
ante tu asalto
de jabalí renegado,
de la procesión caníbal
y belicosa de tu lengua...
úntame la boca
del agrio veneno
de la cicuta,
será mas placentero
el sabor del tormento.
Adórame así, arrodillada,
sin clemencias,
sacando el hambre
de su escondrijo,
lamiéndome la piel
¡hasta que duela!
Mira como tiemblo...
hasta la luna olvida
que fue poema
y se revuelca ardiente
en cada charco...
Ahorca el breve calzón
clamando ser liberado,
mientras salas, llagando
la piel que te apetece.
0 comentarios