Don Mayo.
El viejo roble está cansado,
el duro tronco envejece,
tan frío...
y lleva por dentro
desde años
la dulzura de un poema
cerrado en la ventana
de los ojos.
Y lleva,
desde siempre,
en la oscuridad del pecho
un botón
negando rosas.
El viejo roble está cansado,
el duro tronco envejece,
tan frío...
y lleva por dentro
desde años
la dulzura de un poema
cerrado en la ventana
de los ojos.
Y lleva,
desde siempre,
en la oscuridad del pecho
un botón
negando rosas.
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