Penitencia.
Olfateo en tu cuerpo
un vago de violetas
desconocido.
La lengua acostumbrada
a tus sabores
duda.
¡Traicionero!
Imperioso el rencor
es beso
hasta sangrar
tu boca.
Ponzoñosa la caricia
hiere,
latiga ,
castigadora.
Mio.
Vèrtigo doloroso
exprimiendo
la sabia rebelde
de tu hombria,
exigiendo entre gemidos
la erecciòn infiel
de tu falo
Para que no te queden ganas
y la culpa confiese
entre mis piernas
el voluptoso latir
de otra vagina.
Y la luna sea redonda
y la noche mas corta.
Y no te odie.
Mio
0 comentarios