Hiroshima
Rugiendo sobre el cielo
se abatió la ignominia...
un destello de fuego,
cual mariposa encendida
voló piel adentro...
y la ciudad quedó muda
asombrada....
¿Quién enarboló banderas
para detener la muerte?
Huelen a quemado
los cabellos de los niños,
las madres ciegas
buscan el camino de regreso...
Hiroshima, vergonzosa...
arrojo de hombres
igualando dioses.
Se arrodilla el cielo
vomitando humo ,
la niebla del dolor
se aferra a la conciencia...
¿quién recuerda sus nombres?
solo los que sobreviven
dolorosos,
en el hongo gris de la injusticia.
Que se apiade la memoria
de tanta amnesia,
que el recuerdo
prenda un sol de consuelo,
gritando, unidos para siempre...
¡Nunca más!
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