Obra maestra.
Invoca peregrino
la insondable musa
creadora,
filigrama la mano
abrochando tinta
entre palabras...
hasta desear,
sin miedos...
conmutar pensamientos.
Seducido...
cuaderno adentro,
va brotando el desafío...
muere y resucita
con sabor a diccionario,
encendiendo cirios,
y la página se niega
desvistiendo la sombra
que renace el decir...
lo que otros ya dijeron...
Asombrada la inspiración
emprende vuelos
arrojando entre lineas
un laurel de cartón.
laurel de eternidad.
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