Olvido
Se muere una vez...
olvidándo,
arriándo yeguas azules
en los potreros mojados,
cercándo con vallas
la que fué mariposa,
aguila,
dedos, manos...
Y olvidándo,
me olvidó el olvido
que moja el alma
la exprime,
y la atenaza.
Y la carne reniega
de la risa de fuga,
del temblor de la boca,
de sus escarchas..
Se muere una vez...
olvidándo.
Lo demás, es llanto.
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