Eterno sueño
Este aroma suave
que nace de este otoño
imprega la piel de mi niño
y desliza el frágil calor de su oro
entre sus ojos dormidos,
levanta su bruma la tarde,
los álamos galantes se inclinan,
duerme su sueño mi niño,
¡mi pena en su pecho se anida!
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